PRÓLOGO.

Debo reconocer que al iniciar este informe, no podía sospechar tantas sorpresas.
Conforme he ido penetrando en el casi selvático desorden de las "fotografías-ovni" en el mundo, aparecieron ante mí realidades que pudieran parecer ciencia-ficción. El lector irá comprobando por sí mismo que esos hecho nada tienen que ver con la imaginación. Se trata -para desconcierto de unos y esperanza de otros- de realidades abrumadoras y en muchos casos respaldadas por la ciencia.
Cuando puse manos a la obra en este nuevo proyecto me guío un primer objetivo básico: mostrar a incrédulos y convencidos -especialmente a los primeros- que los mal llamados "objetos volantes no identificados" existen y que están ahí, en nuestros cielos, mares, montañas y ciudades.

Al ir avanzando en la búsquedas de fotografías y al conocer las circunstancias en que fueron hechas, las sorpresas como digo, se fueron sucediendo como algo habitual en la investigación. "Sorpresas" -estoy seguro- que obligarán al lector a detener la lectura y a reflexionar sobre el porqué de la presencia de estas naves sobre la Tierra. Pero no es el momento de adelantar esas "sorpresas".

Y he dicho bien. Me he referido a "naves". A estas alturas de mi investigación, con cientos de miles de kilómetros a las espaldas, no puedo creer otra cosa: los ovnis son astronaves o vehículos ajenos a nuestra civilización.
Una prueba mas de lo que afirmo, lo constituye esta trilogía de fotografías sobre ovnis en el mundo (Los Visitantes, Terror en la Luna y La Gran Oleada). En contra de lo que afirman algunas personas poco o nada informadas sobre el asunto, el volumen de imágenes -filmadas o fotografiadas- y que son tenidas por "genuinas" o "auténticas" es muy superior a lo que se dice y pregona. Y me remito a los hechos.
Esas personas que niegan las evidencias fotográficas sobre ovnis tienen ahora la posibilidad de comprobar que son miles los documentos que han sido tomados en el mundo desde hace mas de cincuenta años.

Precisamente por la superabundancia de material gráfico me he visto obligado a una exhaustiva selección, eligiendo aquellas fotografías y películas mas famosas del mundo, así como otro considerable número de documentos totalmente inéditos y que serán ofrecidos en premisa mundial en esta obra. 
Por primera vez en el mundo, los interesados y seguidores del tema ovni disponen del mas completo "catálogo" de fotografías que ratifican la constante presencia de civilizaciones externas o extraterrestres.

Es muy probable -y quiero que este punto quede nítido como la luz- que algunas de las imágenes que aquí se exponen puedan estar cargadas de dudas y sospechas. Yo soy el primero en aceptar y reconocer que resulta relativamente fácil falsificar y manipular un negativo fotográfico. Es un riesgo que hay que correr cuando uno se empeña en una aventura como la presente...

Cabe la posibilidad también que otras fotografías-ovni no sean sino errores o falsas interpretaciones de fenómenos naturales o explicables.
A pesar de todo ello,  el número de documentos gráficos sobre ovnis en nuestro planeta, calificados como "auténticos", es tal, que las dudas -eso espero- tienden a disiparse para cualquier mente abierta y honesta. Como apunto en este volumen:
"si una sola de estas imágenes fuera cierta, la existencia OVNI resultaría indiscutible".
Pero no es este el caso. Numerosos científicos han confirmado -como veremos- que son muchas las fotografías genuinas.
Para una persona objetiva, la simple contemplación de muchas de estas secuencias será mas que suficiente como para tener conciencia de la tremenda y trascendente presencia ovni. De nada sirven los argumentos negativistas o seudocientíficos a la vista de estas formidables instantáneas, tomadas por hombres normales y honrados.
Las manoseadas explicaciones de los hipercríticos -alucinaciones, espejismos, inversiones térmicas, rayos en bola, globos sonda, Venus y otras oscuras "entelequias"- terminan estrellándose contra la fuerza y la vida de estas pruebas.

Aunque resulte duro, estas fotografías están poniendo de manifiesto lo que un día anunciara el doctor Hynek:
"Nuestro mundo sufre un grave provincianismo galáctico".
A buena parte de la sociedad humana parece irritarle la sola idea que otros seres y civilizaciones estén ahí, sobre nuestro planeta.
Pero el tiempo terminará ganando la partida. Y antes estas elocuentes 1000 fotografías ovni, yo me hago la misma pregunta que un día le hiciera Galileo, al descubridor del telescopio, a Kepler:
"Que diría usted a los científicos de aquí que, con una obstinación realmente viperina, se han negado a ver el cielo por el telescopio?¿que debemos hacer ante ellos: reír o llorar?.

J.J. Benítez.


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